A bordo del Calipso, Agustín acechaba el calamar de potera. Pero el pacífico abordaje de la Patrullera de la Guardia Civil, entre Cala Cortina y Punta de El Gate, puso fin a su sueño deportivo – gastronómico, acusado de invadir aguas de la Dársena de Escombreras.
Con asesoramiento del despacho de Domingo Núñez ( colaboración del Letrado Félix Pérez González y de la tecnología GPS ), Agustín pudo probar que el Calipso nunca franqueó esas aguas de la Zona I Portuaria efectivamente vedadas a la pesca ni interfirió en la navegación de ningún buque.
Pero el Director General de Pesca y su homónimo de Autoridad Portuaria CT, consideraron entonces que ni Zona I ni Zona II, que en toda la Bahía de Cartagena desde Tiñoso hasta Isla de Escombreras, el calamar y todos sus congéneres ( véase, doradas, dentones, sepias, melvas, serranos, pageles y demás ) tendrían refugio y asilo, y la pesca deportiva en barco era práctica prohibida. Decisión recibida con sorpresa entre pescadores deportivos, que ahora, como furtivos, calan sus artes en las mismas aguas en las que desde tiempo inmemorial invertían su ocio.
Los calamares se congratulan y homenajean con júbilo al Director General en Cala Aguilar. Y Agustín prepara la nueva campaña del Calipso, ahora en tierra firme y contenciosa.
0